,

Tortura Quotes

Quotes tagged as "tortura" Showing 1-17 of 17
J.R. Ward
“Quando le braccia della maichen lo avvolsero e lei gli accarezzò la nuca, iAm sussultò…e si rese conto che in tutti gli anni che aveva passato sulla Terra, era la prima volta che aveva un posto dove andare quando sentiva che il mondo era un posto di merda e il tempo non era niente di più una tortura da sopportare.”
J.R. Ward, The Shadows

Anastasia Bitkova
“Poema sobre los niños que nacieron en cárceles.
"Encontrar Camino a Casa"

Yo nací en cárcel COF,
Y estaba feliz con mis mamás y mis hermanos,
Nos jugamos entre las rejas y paredes,
De vez en cuando salía el sol
Y me besaba la cara.
Nosotros jugamos con guardias que estaban ahí
Para protegernos.
Siempre llegaban personas, de otros planetas parecen,
Nos traían comida, juguetes y libros
Nos veían con caras tristes, no sé porque.
Yo quería venir con ellos,
A ver de dónde llegaron.
El día más negro era
Cuando a mí me separaron
De mis hermanos y madres.
A mí me mandaron solo
Al mundo cruel e indiferente
Que ni sabía que existe.
Ahí me metieron preso
En algo que llaman "orfanato"
Me dieron comida y ropa, y hasta que me enseñaron
Pero no vale nada ni su ropa, ni su comida;
Si cerca no están mis madres,
Mi casa que yo conocía,
Llena de gritos felices, jugando con mis hermanitos
Esto es mi sueño más grande - encontrar el camino a casa.
Les prometo que me porto bien,
Perdonan el crimen de mi madre,
Solo les pido que ahora
Me permiten ver a su cara
Feliz y llena de sonrisas
Así como yo recordaba
Cuando nos separaron,
Me dijo que no me asustara.
Así yo quería vivir - junto con mis hermanitos
Durmiendo en piso de mí casa,
Jugando en los escondites,
Y viendo sonrisa de madre...
Porque a mí me abandonaron?
Buscando un poco del sol,
Estoy viendo al cielo en las noches
Y clamo al Dios Poderoso - que encuentro camino a casa!”
Anastasia Bitkova

Eu escrevo um caixão de gravetos, uma toca de terra; papiro para untar meus restos
“Eu escrevo um caixão de gravetos, uma toca de terra; papiro para untar meus restos mortais. Eu escrevo uma salva de saudade, um funeral de flores; epitáfio para demarcar onde a vida morre em paz. Eu escrevo um esqueleto de cálcio sobre o qual nasço, cresço e morro. Você, antropólogo forense, leia meus ossos e relate em corte marcial os crimes e torturas que a vida e o homem afligiram a minha pessoa.”
Filipe Russo, Caro Jovem Adulto

Mario Benedetti
“Si cuarenta mil niños sucumben diariamente
en el purgatorio del hambre y de la sed
si la tortura de los pobres cuerpos
envilece una a una a las almas
y si el poder se ufana de sus cuarentenas
o si los pobres de solemnidad
son cada vez menos solemnes y más pobres
ya es bastante grave
que un solo hombre
o una sola mujer
contemplen distraídos el horizonte neutro
pero en cambio es atroz
sencillamente atroz
si es la humanidad la que se encoge de hombros.”
Mario Benedetti, Inventario tres

Joca Reiners Terron
“Quando se está livre, a liberdade é como o vento, disse Curt Meyer-Classon, não a vemos, mas sabemos que está ali. Quando se é prisioneiro, porém, e a sentimos por um instante passageiro, passamos a entender que a forma mais verdadeira e perene é a esperança, assim como seu avesso é a tortura.”
Joca Reiners Terron, Noite Dentro da Noite

Monika Zgustová
“Experimenté algo todavía más cruel, más refinadamente cruel. En pleno invierno, cuando no hay luz nunca y el sol no aparece ni por asomo, me enviaron junto con otros presos a construir un muro con piedras tan pesadas que costaba levantarlas. Un día nos obligaban a construirlo y al día siguiente nos ordenaban que destruyéramos lo erigido; y así una y otra vez. La mayor tortura de todas las que he vivido consistía en la inutilidad de un trabajo sobrehumano.”
Monika Zgustová, Vestidas para un baile en la nieve

Christopher Hitchens
“La idea de la tortura es tan antigua como la maldad de la humanidad, que es la única especie con la imaginación suficiente para suponer el daño que se puede ocasionar cuando se le inflige a otro. No podemos culpar a la religión de este impulso, pero podemos condenarla por institucionalizar y refinar la práctica.”
Christopher Hitchens, God Is Not Great: How Religion Poisons Everything

“Sombras agrestes del pasado me cercan
y yo sé que no existe su dimensión tremenda.
Y sin embargo me aprisionan
en sus hogueras diabólicas y desquiciadas,
devoran sus fogatas mi presente
con lenguas de dolor y rugientes tarascadas.

Y sepan, mis amigos, que no tengo presente,
sólo llamas ardientes del ayer.
Los fantasmas me cercan,
me trepida la hoguera,
con esos aquelarres que persiguen mis horas
y no tengo sosiego, no hay paz en mi vida.
Todas mis horas están encarceladas
en los seres nefastos del pasado en mi mente.

Y me siento a la orilla del tiempo
y contemplo mi lecho.
Ya no tengo ni fuerzas de vivir.
Cada vez más las resacas del pasado me atrapan
y allí están, con su furia inclemente,
las horas del pasado
azotando mi rostro.

Y danzan los demonios del dolor en mi mente
y siento las torturas que viví en mi cabeza
y presencio las siluetas grotescas
de esos seres que viven torturando mi mente
con todas las torturas del ayer,
con ese pasado terriblemente yerto
marchando irredentamente hacia la nada.”
Isabel de los Ángeles Ruano, Torres y tatuajes

Cesare Beccaria
“Una consecuencia extraña que necesariamente se deriva del uso de la tortura, es, que el inocente se hace de peor condición que el reo; puesto que aplicados ambos al tormento, el primero tiene todas las combinaciones contrarias; porque, o confiesa el delito, y es condenado, o lo niega, y declarado inocente ha sufrido una pena que no debía; pero el reo tiene un caso favorable para sí; este es, cuando resistiendo a la tortura con firmeza, debe ser absuelto como inocente; pues así ha cambiado una pena mayor por una menor. Luego el inocente debe perder, y el culpable puede ganar.”
Cesare Beccaria, An Essay on Crimes and Punishments

Neus Figueras
“Para Lorac, sin embargo, el kabang era una tortura, una maldición, o como muchas veces pensaba, quizá era él mismo el que estaba maldito.”
Neus Figueras, Lorac

Louis-Vincent Thomas
“Esta práctica de quemar a los brujos, aún en el Occidente cristiano, es una supervivencia del miedo al espíritu de los muertos, que se encuentra en las religiones primitivas, donde el fuego se destinaba a suprimir el cuerpo y al fantasma del brujo.”
Louis-Vincent Thomas, Antropologia de la muerte

Mohamedou Ould Slahi
“Você será enviado a uma instalação dos Estados Unidos, onde vai ficar durante o resto de sua vida”, ele ameaçou. “Você nunca mais verá sua família. Sua família vai ser fodida por outro homem. Nas prisões americanas, terroristas como você são estuprados por muitos homens ao mesmo tempo. Os guardas em meu país fazem seu serviço muito bem, mas ser estuprado é uma coisa inevitável. Mas se você me disser a verdade, você será libertado imediatamente.”
Eu tinha idade suficiente para saber que ele era um sórdido mentiroso e um homem sem honra, mas ele estava no comando, e assim eu tinha de ficar ouvindo suas besteiras continuamente. Eu só queria que as agências começassem a empregar pessoas mais espertas. Será que ele achava de verdade que alguém acreditaria em suas bobagens? Teria de ser muito estúpido: será que ele era estúpido ou pensava que eu era estúpido? Eu o teria respeitado mais se me dissesse: “Olhe, se você não disser o que eu quero ouvir, eu vou torturar você”
Mohamedou Ould Slahi, Guantánamo Diary: Restored Edition

Mohamedou Ould Slahi
“Posso dizer também que os detentos tinham chegado ao limite da dor. Eu só ouvia gemidos. Perto de mim tinha um afegão que estava chorando muito alto e pedindo ajuda ■■■■■■■■■■ ■■■■■■■■■■■■■■■■■■ . Estava falando em árabe: “Senhor, como pôde fazer isso comigo? Por favor, aliviem minha dor, cavalheiros!”. Mas ninguém se deu sequer ao trabalho de examiná-lo. O sujeito estava mal já em Bagram. Eu o tinha visto na cela ao lado da nossa; ele vomitava o tempo todo. Senti tanta pena dele. Ao mesmo tempo, eu ria. Dá para acreditar nisso, eu ria estupidamente! Não dele; eu ria da situação. Primeiro, ele se dirigiu a eles em árabe, que nenhum guarda entendia. Depois, ele os chamou de cavalheiros, o que eles certamente não eram.”
Mohamedou Ould Slahi, Guantánamo Diary: Restored Edition

Mohamedou Ould Slahi
“Mas acho que quando a tortura entra em cena, as coisas saem do controle. A tortura não garante que o detento colabore. Para deter a tortura, o detento precisa agradar seu agressor, ainda que com informações inverídicas, às vezes enganosas; averiguar informações leva tempo. E a experiência mostra que a tortura não impede nem reduz ataques terroristas: Egito, Argélia e Turquia são bons exemplos disso. Por outro lado, a discussão tem trazido excelentes resultados. Depois do ataque fracassado ao presidente do Egito em Adis Abeba, o governo firmou um cessar-fogo com o AlGawaa al-Islamiyah, e este mais tarde optou pela luta política. No entanto, os americanos aprenderam muito com seus aliados adeptos da tortura e vêm trabalhando em estreita colaboração com eles.”
Mohamedou Ould Slahi, Guantánamo Diary: Restored Edition

Mohamedou Ould Slahi
“Depois de ouvir todo tipo de ameaça e declarações degradantes, comecei a perder grande parte da conversa entre os árabes e seus cúmplices americanos, e a certa altura mergulhei em meus pensamentos. Tinha vergonha de que meu povo estivesse sendo usado para esse horrível trabalho por um governo que afirma ser o líder do mundo livre democrático, um governo que prega contra a ditadura e “luta” pelos direitos humanos e manda seus filhos para a morte por esse objetivo: que peça esse governo prega em seu próprio povo!”
Mohamedou Ould Slahi, Guantánamo Diary: Restored Edition

Mohamedou Ould Slahi
“Passei a ter alucinações e a ouvir vozes claras como cristal. Ouvi minha família numa conversa informal da qual eu não conseguia participar. Ouvi a leitura do Corão numa voz celestial. Ouvi música de meu país. Mais tarde, os carcereiros usaram essas alucinações e começaram a falar com vozes de chacota através do encanamento, incentivando-me a agredir os carcereiros e armar um plano de fuga. Mas não me enganaram, mesmo quando eu fazia o jogo deles. “Ouvimos alguém — talvez um gênio!”, diziam eles.
“Sim, mas eu não estou ouvindo”, eu respondia. Só sabia que estava à beira de perder o juízo. Comecei a falar sozinho. Por mais que tentasse me convencer de que não estava na Mauritânia, de
que não estava próximo de minha família e portanto não poderia ouvi-la conversando, eu continuava ouvindo vozes permanentemente, dia e noite. Assistência psicológica estava fora de questão, como também assistência médica de verdade, além do imbecil que eu não queria nem ver.”
Mohamedou Ould Slahi

Mohamedou Ould Slahi
“A maior parte dos interrogadores voltava de mãos vazias dia após dia. “Nenhuma informação obtida da fonte”, era o que os interrogadores informavam todas as semanas. E exatamente como ■■■■■■■■■■■■■■ tinha dito, o ■■■■■■■■■■ estava desesperado para fazer os detentos falar. Assim, ■■■■■■■ montou um mini■■■■■■■■■ dentro da organização maior. Essa força-tarefa, que englobava gente do Exército, da Marinha, dos Fuzileiros Navais e civis, tinha como missão arrancar informações dos detentos. A operação foi cercada de máximo sigilo. ■■■■■■■■■■ era um personagem de destaque nesse subgrupo ■■■■■■ . Embora ■■■■■■■ fosse uma pessoa inteligente, davam a ele o serviço mais sujo da ilha e, por meio de uma espantosa lavagem cerebral, o levavam a crer que estava fazendo a coisa certa. ■■■■■■ estava sempre envolto num uniforme que o cobria da cabeça aos pés, porque ■■■■■■■■■ tinha consciência de que ele estava cometendo crimes de guerra contra detentos indefesos. ■■■■■■■■■■■■ era A Coruja da Noite, O Adorador do Diabo, O Homem da Música Alta, o Cara da Antirreligião, o interrogador por excelência. Cada um desses apelidos se justificava. ■■■■■■ tinha por hábito “entreter” os detentos que não estavam autorizados a dormir. Privou-me de sono durante cerca de dois meses, ao longo dos quais tentou subjugar minha resistência mental, sem sucesso. Para me manter acordado, ele resfriava ao máximo a temperatura de onde eu me achava, me obrigava a escrever todo tipo de coisa sobre minha vida, me dava água sem parar e às vezes me fazia ficar a noite inteira de pé. Um dia, me deixou pelado com ajuda de um carcereiro ■■■■■■■■■ para me humilhar. Outra noite, me pôs numa sala gelada cheia de fotos propagandísticas dos Estados Unidos, inclusive uma foto de George W. Bush, e me fez ouvir mil vezes o hino nacional americano.
■■■■■■ cuidava de diversos detentos ao mesmo tempo. Eu ouvia muitas portas batendo, música alta e detentos indo e vindo, o barulho das pesadas correntes denunciando sua presença. ■■■■■ punha os detentos numa sala escura com imagens que supostamente representavam demônios. Fazia os detentos ouvir música de ódio e fúria, e a música “Let the Bodies hit the Floor” mil vezes, a noite inteira, na sala escura. Ele era muito explícito sobre seu ódio ao islã, e proibia terminantemente qualquer prática islâmica, inclusive as orações e a recitação do Corão.”
Mohamedou Ould Slahi, Guantánamo Diary: Restored Edition